Los vínculos entre Rato y Lazard muestran cómo sacó provecho una élite de las pérdidas de las Cajas. Ben Sills · · · · ·
 
   
Los vínculos entre Rato y Lazard muestran cómo sacó provecho una élite de las pérdidas de las Cajas
Ben Sills · · · · ·
 
30/06/13
 


 

 

Cinco días antes de Navidad, al ex-vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, le preguntó un fiscal que investigaba el derrumbe de Bankia S.A. si había mantenido alguna relación de negocios con Jaime Castellanos, presidente de la división española de Lazard Ltd.

 

“No, relación de negocios no tenemos”, declaró Rato, expresidente de Bankia, de acuerdo con las actas de la vista a puerta cerrada en la Audiencia Nacional de Madrid que se distribuyeron a las partes implicadas. “Amistad, sí”.

 

Tres semanas después, Ignacio Ayala, abogado de Rato, corrigió la rememoración de su cliente.

 

Rato, Castellanos y los demás poseen conjuntamente un solar comercial cerca de Madrid arrendado a un tercero, de acuerdo con la declaración judicial de Ayala del 10 de enero. Mantenían conjuntamente el control de una empresa mientras Rato, de 64 años de edad, dirigía Bankia, declaró Ayala.

 

Al mismo tiempo, Lazard facturó a Bankia 9,2 millones de euros (12 millones de dólares) por el trabajo asignado o ejecutado durante los 27 meses de permanencia de Rato al frente del banco, según dejan ver los documentos judiciales.

 

Su relación ejemplifica de qué manera una red de dirigentes del Partido Popular ayudó a sus socios de la élite financiera a sacar provecho mientras los bancos de ahorros, conocidas como “cajas”, acumulaban pérdidas. Esa combinación tóxica floreció durante el “boom”, avivada por la entrada de España en el euro en 1999, y sirvió para ahondar el crac que tuvo como consecuencia el rescate de 41.000 millones de euros de acreedores españoles, según Jacob Funk Kirkegaard, miembro veterano del Peterson Institute for International Economics in Washington.

 

‘Trama política de fraude’

 

“Entre las cosas que se precisan hacer para que funcione España está el tirar de la manta del núcleo de intereses de todos y cada uno” de los que están en el poder, afirmaba el 22 de mayo en una entrevista telefónica Ken Dubin, especialista en ciencias políticas que enseña en la escuela de empresariales del IE de Madrid y la Universidad Carlos III. “Se trata de una trama política de fraude gestionada en beneficio de políticos que le sorben el tuétano a la ciudadanía”.

 

El exdirector gerente de Lazard y antiguo jefe del Fondo Monetario Internacional, se enfrenta a una posible pena de prisión por alegaciones de contabilidad falsa, maquinación para alterar el precio de las cosas, fraude y malversación en relación con el hundimiento de Bankia, de acuerdo con instancias judiciales. Rato y sus colegas del consejo de administración fueron imputados judicialmente el año pasado en una investigación que examinó sus paquetes de compensación y sus declaraciones sobre los balances de Bankia antes de su derrumbe.

 

‘Estrictamente de acuerdo’

 

Rato afirma que él y sus colegas son inocentes. El banco actuó “en todo momento estrictamente de acuerdo con la ley y la regulación que los legisladores españoles y europeos iban elaborando a lo largo del proceso”, declaró Rato ante un comité parlamentario en julio de 2012.

 

El abogado de Rato, Ayala, declinó hacer comentarios después de tres llamadas y un correo electrónico de Bloomberg. Lazard dispone de medidas y procedimientos para revisar y aprobar inversiones de sus ejecutivos y supervisar posibles conflictos, de acuerdo con un portavoz del banco con sede en Nueva York. Ni Lazard ni Castellanos, nacido en 1952, están siendo investigados. El portavoz de Bankia declinó hacer comentarios.

 

Rato ganaba un salario base anual de 1 millón de dólares por su trabajo en Lazard desde diciembre de 2007 hasta que se marchó a Caja Madrid, de acuerdo con la declaración judicial de Castellanos el 19 de febrero. Después de que Rato se convirtiera en presidente de la caja de ahorros el 28 de enero de 2010, el acreedor otorgó contratos a empresas dirigidas por Castellanos. Caja Madrid era la mayor de las siete cajas de ahorros que se unieron para crear Bankia con posterioridad ese mismo año.

 

La relación entre Lazard y Caja Madrid era anterior al desempeño de Rato. Incluía la gestión por parte de Caja Madrid de la cuenta corriente empresarial de Lazard, como  demuestran las facturas.

 

Pólizas de seguros

 

Además de los nombramientos de asesores de Lazard, la Bankia de Rato también contrató tres pólizas de seguros por medio del Willis Group Holdings Plc (WSH), en el que Castellanos es presidente de la sección española, según afirmó en un correo electrónico su portavoz, Sarah Robson. Añadió que esa operación se realizó en  limpia competencia, aunque no quiso declarar cuánto se le pagó a Willis por ese trabajo. Willis no tenía ningún historial de contratos con Caja Madrid antes de la llegada de Rato, afirmó Robson.

 

“Castellanos era confidente de Rato”, afirma Andrés Herzog, abogado de Unión, Progreso y Democracia, el partido político español cuya denuncia desencadenó el procesamiento de Rato y los demás miembros del consejo de administración. “Trabajaban directamente juntos y luego trataban de disimularlo lo mejor que podían”.

 

Herzog, que ha asistido a las vistas a puerta cerrada, afirmó que el testimonio de Castellanos demostraba que él y Rato tomaron medidas para evitar las leyes sobre conflictos de interés. Castellanos declaró al tribunal que retrasó la firma de los contratos para evitar las normas que pudieran ralentizar los acuerdos.

 

Evitar retrasos

 

“No se puede retrasar lo que un cliente precisa de uno mientras “interviene el departamento legal para averiguar si hay alguna clase de conflicto de interés”, declaró Castellanos de acuerdo con el registro de su testimonio.

 

A medida que se tambaleaban los precios inmobiliarios y minaban el balance de Bankia, los amigos establecieron la empresa inmobiliaria Paracuga S.L. con Pedro Pasquín, presidente de Lazard en España y Joaquín Güell, director gerente del banco de inversión, de acuerdo con los archivos de la empresa.  

 

La finalidad de la compañía consistía en la adquisición de inmuebles, de acuerdo con los archivos. Al mismo tiempo, Bankia trataba de deshacerse de viviendas adjudicadas, impulsando los precios a la baja. Paracuga nunca realizó inversión alguna, según afirmó Ayala, abogado de Rato, en su declaración judicial. Se disolvió el mismo día en que Ayala notificó al tribunal su existencia.

 

Asesoría sobre OPV  

 

Lazard también aconsejó a Rato sobre la oferta pública de venta (OPV) que recaudó 3.100 millones de euros en julio de 2011 para mantener a Bankia a flote. Los inversores minoristas compraron el 60 % del capital, el máximo permitido por el regulador del mercado de valores, mientras los inversores internacionales evitaban el trato de 3,75 euros por acción. Las acciones se valoraron por parte del Banco de España a un céntimo de euro cuando se recapitalizó Bankia en marzo.  

 

Antes de la OPV, Rato telefoneó al regulador para presionarle con el fin de que aceptara candidatos al consejo como directores independientes y el regulador se negó a causa de sus vínculos con la gestión, de acuerdo con una persona a la que se le informó de las conversaciones. Como consecuencia de ello quedaron dos personas fuera de la junta de Bankia, dijo esa persona, que declinó dar su nombre o identificar a los candidatos rechazados, puesto que la información es confidencial.

 

La querella de Herzog se centra en que Rato engañó a los inversores en la OPV al tergiversar el estado del balance de Bankia, de acuerdo con el expediente judicial del 11 de junio que puso en marcha la investigación judicial.

 

Necesidades del banco

 

Con cifras insólitas de desempleo y una economía que se contrae por cuarto año consecutivo en los últimos cinco, España, cuarta economía del euro, puede que necesite más fondos para recapitalizar sus bancos, afirmaba Charles Wyplosz, director del International Center for Money and Banking Studies de Ginebra, en un correo del 16 de mayo.

 

Entretanto, las alegaciones de corrupción han llegado a los niveles más altos. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy negó el 2 de febrero una información del diario El Pais según la cual había aceptado pagos secretos en metálico del extesorero del Partido, Luis Bárcenas. Bárcenas negó haber realizado tales pagos en unas declaraciones a la agencia de noticias EFE. El PP anunció el 6 de marzo una querella contra El País.  

 

El yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarín, casado con la princesa Cristina, está siendo investigado por un juzgado de las Baleares que averigua las alegaciones de que explotó sus vínculos con políticos de PP para defraudar fondos públicos. Un portavoz de la Familia Real ha declarado que ésta ha expresado su máximo respeto por el proceso legal. El abogado de Urdangarín, Mario Pascual Vives, negó que su cliente hubiera cometido ningún delito en una declaración judicial el 14 de enero.

 

Escándalos socialistas

 

El PP, fundado por un ministro de los gobiernos del dictador fascista Francisco Franco, no es el único. El primer ministro socialista Felipe González cayó en 1996 después de una sucesión de escándalos de corrupción. La primera caja que precisó de rescate en el crac estaba supervisada por el gobierno socialista de la región de Castilla-La Mancha.

 

“El sistema favorece a la gente que dispone de enchufes, ya sean personales o políticos”, afirmó en una entrevista telefónica del 25 de abril Víctor Lapuente, profesor asociado de ciencias políticas en la universidad sueca de Gotemburgo. “Hay esta idea de que cuando alguien se hace con el poder, el vencedor se reparte los despojos. Es uno de los legados de la dictadura”.

 

El fracaso de Bankia, que tiene su sede en una emblemática torre inclinada conocida como Puerta de Europa en el extremo norte de Madrid, es el mayor registrado en España. Rato dimitió el 7 de mayo de 2012, después de que los auditores se negasen a refrendar los resultados de 2011 que publicó mostrando unos ingresos netos de 309 millones de euros. Su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri, informó de unas pérdidas de 3.000 millones durante ese periodo.

 

Préstamos de dudoso cobro  

 

El banco reservó el año pasado 26.800 millones para cubrir préstamos de dudoso cobro del paquete de rescate que abrió el camino al rescate del sector financiero español por parte de la Unión Europea.

 

“Esto supuso una ruptura en la credibilidad del sistema”, afirmó Ismael Crespo, experto en ciencias políticas del instituto de investigación de la Fundación Ortega-Marañón en Madrid. “La gente descubrió que en los últimos años hemos estado viviendo en una ficción gigantesca”.

 

Bankia era producto de la fusión de junio de 2010 orquestada por los dirigentes del PP regional que crearon el mayor grupo bancario nacional con activos por valor de más de 320.000 millones de euros, casi un tercio del PIB español. La finalidad consistía en apuntalar a los bancos después de que el derrumbe del mercado inmobiliario les dejara con 180.000 de euros de activos tóxicos.

 

Lazard ganó 2,84 millones de euros con la OPV de Bankia, según demuestra el expediente judicial. El acreedor estimaba los honorarios totales en cerca de 39,5 millones de euros, de acuerdo con el folleto informativo, basándose en un precio de oferta que ascendía a un 26% más que el precio de la venta final. La tarifa vigente para un acuerdo de ese género habría sido de cerca de 60 millones de euros, de acuerdo con los datos recopilados por Bloomberg que muestran que los bancos de Europa, Oriente Medio y África consiguieron honorarios cifrados en una media de un 2 % del valor de una OPV en 2011.

 

Oportunidades de negocios

 

Podían conseguirse más operaciones de negocios de la caja recién fusionada.

 

Lazard facturó 2.360 millones por asesorar a Caja Madrid sobre la fusión y 1,77 millones de euros por asesorar a Bankia sobre la política de dividendos, tal como demuestran las facturas que forman parte del expediente judicial. Firmó también un acuerdo el 11 de abril de 2012, – menos de un mes antes de la dimisión de Rato – por un máximo de 9 millones de euros después de impuestos para encontrar candidatos para  Bankia.

 

Lazard no sacó nada de este encargo, puesto que Bankia no concluyó ningún acuerdo. El acreedor no pagó nunca ningún dividendo.

 

Orígenes familiares

 

Rodrigo Rato nació en el seno de la élite española, hijo segundo de Ramón, un hombre de negocios que adquirió una cartera de bancos y empresas radiofónicas durante la dictadura de Franco que terminó en 1975. Ramón, activista del fascismo antes de la Guerra Civil, publicó en 1935, cuando tenía 27 o 28 años, el primero de dos libros en los que llamaba a España a aliarse con Adolf Hitler, según cuenta Ramón Tijeras en su historia de la familia, Los Rato (Plaza & Janés), publicada en 2003.

 

Después de la Guerra, cortejó a la Familia Real en el exilio. Sus relaciones le ayudaron a recuperarse de una condena por evasión de capitales y el desplome de dos de sus bancos. El día en que murió Franco en noviembre de 1975, Ramón Rato acogió en su casa a almorzar a Manuel Fraga antes de viajar a encontrarse con Don Juan, el heredero al trono español exiliado, y padre del monarca reinante, afirma Tijeras.  

 

En 1977, Fraga fundó Alianza Popular, antecesora del actual PP, con apoyo financiero de Ramón Rato, afirmó Tijeras. Cinco años después, su hijo Rodrigo, entonces de 33 años, fue elegido diputado al Parlamento en las segundas elecciones tras el retorno del país a la democracia.

 

Trayectoria

 

Rato llegó a convertirse en vicepresidente del gobierno y ministro de Economía con José María Aznar de 1996 a 2004. Estuvo a cargo de la economía en el momento de la entrada de España en el euro y dirigió luego durante tres años el FMI en Washington hasta 2007.

 

Tras abandonar la administración pública, Rato desempeñó cargos en los consejos consultivos del Banco Santander S.A., la mayor entidad de préstamos del país, y el “holding” industrial de La Caixa, además de su puesto en Lazard.

 

Las raíces del sistema español de cajas, que contabilizaban casi la mitad de los préstamos antes de la crisis financiera, se remontan al siglo XVIII.   

 

Las cajas eran básicamente instituciones locales gestionadas por miembros del clero o burócratas. Después de Franco, se hicieron con ellas los políticos con el argumento de que debían rendir democráticamente cuentas, en palabras de Jose Ramón Pin, profesor de administración pública en de la escuela de negocios del IESE en Madrid.

 

Para los cargos políticos, “la presidencia de una caja se consideraba un retiro dorado”, afirmaba Pin en una entrevista telefónica el 9 de abril. “Fue un absoluto desastre”.  

 

Caja Madrid

 

Cuando Rato llegó a Caja Madrid en 2010, algunas ya estaban al borde del derrumbe. El Banco de España identificó préstamos por valor de 100.000 millones de euros en los balances de las cajas de ahorro en febrero de 2011. Es el equivalente de cerca del 10 % del total económico del país.  

 

Rato heredó una institución ya dominada por los socios del PP y que luchaba por cumplir los requisitos impuestos por el Banco de España. Su predecesor como presidente, Miguel Blesa, era amigo personal de Aznar, declaró Pin.

 

Blesa pasó este mes una noche en prisión antes de depositar una fianza de 2.5 millones de euros. El año pasado fue imputado por un juez que investigaba acusaciones de fraude centradas en un préstamo de 24 millones que hizo Caja Madrid en 2008 al antiguo presidente de la patronal española, la CEOE,  Gerardo Díaz Ferrán, que también estaba en la junta de acreedores. Blesa y Díaz Ferrán negaron las alegaciones en una vista celebrada en diciembre, según informó Europa Press.  

 

Los abogados de Blesa y Díaz Ferrán no respondieron a las peticiones de comentarios por vía telefónica y correo electrónico.  

 

Imputados  

 

Un juez español declara a alguien imputado cuando considera que existen suficientes pruebas de un delito como para merecer una investigación completa. Una vez que se completa la investigación, el juez decide si encausa formalmente al sospechoso. En ese momento, el proceso pasa a juicio. Si Rato es encausado, le juzgará un tribunal compuesto por tres jueces, declaró un portavoz judicial.

 

La relación de Rato con Castellanos en el corazón de las élites españolas se remonta dos décadas atrás a la época de Rato en la oposición, declaró Castellanos al tribunal. Estando Rato en el gobierno, Castellanos controlaba Expansión, el diario económico de mayor venta del país, como presidente de Recoletos Grupo de Comunicación, S.A., junto a su puesto en Lazard, lo que le ponía regularmente en contacto con Rato.

 

Los amigos establecieron la firma inmobiliaria Paracuga con sus colegas Pasquín y Güell justo antes de que Rato dejase Lazard. Se constituyó el 30 de octubre de 2009, cerca de un mes después de que Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la región de Madrid, nombrara a Rato posible candidato para asumir el puesto de Caja Madrid.

 

Consejeros de Bankia

 

Güell, que también ocupó el cargo de director financiero de Recoletos con Castellanos, representó a Lazard en una reunión de septiembre de 2010 con ejecutivos de Bankia para preparar una presentación destinada a los analistas sobre su estructura posterior a la fusión, según muestran documentos judiciales. Castellanos, Pasquin y Güell declinaron hacer comentarios cuando Bloomberg contactó con ellos.

 

Conforme Bankia comenzaba a prepararse para su OPV de 2011, los ejecutivos del banco buscaron asesores financieros que tuvieran operaciones en los EE.UU. y Europa y no fueran también aseguradores finales (“bookrunners”) para evitar un potencial conflicto de intereses, afirmó Rato en su declaración de diciembre. Eso restringió las opciones a Lazard o Rothschild y sus lugartenientes propusieron a Lazard, declaró Rato.

 

“Si se hubiera advertido algún problema en relación con los intereses, me lo habrían dicho, estoy seguro,” declaró al tribunal. “No se produjo ningún conflicto de intereses. No mantenía entonces ninguna relación con Lazard.”

 

Ben Sills es redactor de la agencia de información financiera Bloomberg

 

 

Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

 

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Bloomberg, 28 de mayo de 2013